Cuando era pequeña los días, las semana, los meses duraban muchísimo.

Las vacaciones y los viernes estaban lejísimos, un año era inimaginable, mi mente se agotaba al pensarlo.

Y que decir de las horas de clase? Eran eternas, las de matemáticas no tenían fin, sobre todo cuando las daba la Chus, la monja de Franciscanas (Cuanto te odie, Chusa , por todo lo que me hiciste sufrir)

Esta fuga de tiempo de cuando era niña, nunca la he entendido bien, he buscado explicaciones, y hace poco lei la de un psicólogo Willian James que me encanto…su teoría es que conforme nos hacemos mayores…vivimos cada vez menos eventos memorables…es decir..eventos de:

– ¡¡Es la primera vez que…!! o ¡¡Nunca había hecho esto!!

¿Te acuerdas d el primer beso? ¿El primer viaje solo? ¿La primera vez que te sostuviste en una bici? Yo me acuerdo a sangre de todo lo que sentí en esas primeras veces!!.

Pues la falta de novedades hace que los días y años pasen rapidísimos. Pregúntate ¿Algo apasionante últimamente? ¿De lo que deja huella, quiero decir? ¡¡¡No te escucho!!! ¡¡Ya…no ha sucedido nada de eso!!

Aprender a arriesgarnos de nuevo, y vivir nuevas experiencias es la mejor formula de vivir intensamente,

¿Sabes? …cuando acaba el año…yo le doy OSCARS al momento mas divertido, al mas tierno, al mas divertido, a la persona que mas me sorprendio, a la que mas me ha enseñado, al dia mas pleno, a la acción mas bomba de ese año, al momento mas pleno… voy recopilando momentos intensos. Y eso me hace saborear mas la vida.

En mi agenda todos los 30 a 31 del mes anoto lo mejor de ese mes…vale todo y de todos eso momentos al final de ao, saco los momentos OSCAR.

¿Empezamos a buscar hoy un momento intenso?