Empezábamos la clase, les había pedido que hicieran un trabajo escribiendo …ya no lo recuerdo

y… vino Carmen por detrás y me dijo esa frase…

«No se escribir, tampoco leer…Él me anulo»

Mire sus ojos llenos de desesperanza, sentí su olor a tristeza inmensa y profunda enterrada en las venas.

Y se alejo…dejando tras ella un olor emocional de desconsuelo y amargura.

Y yo me quede intentando reaccionar, había dejado en mi, a pesar de la protección que intento tener…

un contagio de pesadumbre y dolor.

Piensas que eso no sucede cerca de ti…y las cosas que menos te imaginas las puedes palpar…

Ese día entro dentro de mi una capa de aflicción que no la puedo separa de mi…por que esas palabras me atropellan internamente.

Durante toda la clase observe a Carmen…poco a poco con la música, las consignas fue transformándose tomando poder en el ritmo…la Biodanza hizo su efecto biológico de regulación.

¡¡Pero en mi se quedaron a vivir esas palabras!!

Esa frase dicha en un susurro, en un susurro, que era un secreto, que  ¡¡Tu, Carmen,  querías que yo gritara!!

¡No digas que no se leer a las demás!. Leí en tus ojos, ¡¡no me descubras!!.

¡¡Quiero seguir disimulando!!, ¡que no se leer!, ¡que estoy sufriendo!, ¡que todo va bien!, ¡quiero seguir disimulando y quebrarme por dentro!. ¡Y también  Quiero que no lo digas,.. pero que lo descubras!!!

…¿Y yo…que puedo hacer yo?

¡¡Gritarlo con lo que tu… Carmen.. no sabes!!…

¡¡¡Escribiendo esto y…el grito que tu no sabes…dar…por que vives dentro de ti con tu peor enemigo…el Miedo…

SSSSSSSSSSSSSSSSShhhh!!! Descansa yo grito por ti!!!